La generosidad de nuestro equipo de gobierno es manifiesta y selectiva, de ello dan muestra mes a mes con distintos ejemplos.
Este mes el ejemplo ha sido nuevo y sorprendente, incluso para algunos de sus destinatarios, que ni se lo esperaban ni se sienten cómodos con lo excesivo de lo recibido, que ni habían solicitado ni creen que estén los tiempos como para justificar semejantes dispendios. Sí, nosotros también vivimos en este pueblo y sí, nosotros también escuchamos a los vecinos… incluso puede que más que algunos que buscan más la foto que cubrir una necesidad.
Hablamos del regalo que ha hecho el equipo de gobierno a la asociación de cazadores el Ahijón compuesta por 80 vecinos de Villaviciosa de Odón.
El regalo por “…la impagable colaboración de este colectivo con los vecinos…” según señalaba el propio alcalde a los medios de comunicación y a la página web municipal, es un refugio edificado en la Vereda de Los Olivares a continuación del camino de Los Testerales. Un refugio que cuenta en su interior, con chimenea, una pila y unas mesas y sillas; y en el exterior se han plantado unos olmos, melias y prunos, e instalado unos bancos de descanso, según hemos podido leer en la prensa digital de nuestro municipio.
Esta excusa ya fue esgrimida para eximir a los cotos del municipio de pagar el impuesto municipal correspondiente. La afición declarada de nuestro alcalde por la caza parece que nos cuesta a todos los vecinos.
¿Y a qué se deben todos estos mimos por parte del equipo de gobierno?
Según reconocía el presidente de esta asociación debe ser por “…esta labor que hacemos creemos que se ha producido este reconocimiento del Ayuntamiento hacia nosotros construyendo este refugio…”
Un regalo que no se esperaban ellos de parte de nuestro Ayuntamiento, ya que no lo habían solicitado porque no debían considerarlo una necesidad, y menos con la situación económica que viven muchos vecinos de nuestro municipio, los mismos que ahora se lo recriminan por la calle aunque en este caso ellos no tengan nada que ver en este asunto.
Un regalo de un equipo de gobierno que les quiere agasajar y premiar por encima de cualquier otra necesidad que pueda existir en el consistorio, en compensación por su trabajo y su labor.
Un regalo del señor alcalde construido con trabajadores en paro. Trabajadores que con sus cotizaciones han sufragado su subsidio de desempleo y que sin embargo, por el programa de Colaboración Social, han sido obligados a construir este refugio. Más que insensibilidad social es una auténtica desvergüenza.
Al final, la asociación de cazadores, que utiliza espacios públicos para sus actividades cinegéticas, y que por ello es criticada por muchos otros vecinos que, según denuncian, no son acogidos en las mismas condiciones que los ya inscritos, se va a convertir en cómplice – imaginamos que sin buscarlo – de las arbitrarias e injustas decisiones del alcalde, que nos recuerda cada vez más a los personajes caducos la berlanguiana “Escopeta Nacional”.
Seguro que hay más asociaciones en nuestro municipio, que colaboran en distintas instancias, y a las que no se les ponen estas facilidades sino todo lo contrario. Asociaciones con más afiliados que sí han solicitado ayuda y colaboración al consistorio y no han recibido compensaciones como esta por su labor.
Señor Alcalde, ¡qué barato le sale disparar con pólvora del rey!